Este experimento es muy interesante, ya que tenemos asignado la fragilidad a productos como el huevo, y en este caso pasa totalmente lo contrario.A los pequeños/as les suele fascinar como pasa el huevo por las diferentes fases hasta dar lugar a una especie de pelota que rebota y no se rompe.
Para esta actividad solo necesitamos:
- Un huevo
- Vinagre
- Un recipiente transparente
- Colorante alimenticio ( en caso de querer que sea de color)
Con respecto al procedimiento, en primer lugar echamos un huevo en un frasco y lo cubrimos de vinagre y unas gotas de colorante (opcional). Entonces la cáscara reaccionará ante el vinagre a lo largo de los días. El primer día podréis observar una serie de burbujas en el fondo del recipiente. El segundo día hay que cambiar el vinagre, y tras 48h descubrireis como el huevo se ha vuelto transparente y su cascara a desparecido.
¿Por qué ocurre esto?
La cáscara del huevo está compuesta por carbonato de calcio, un componente que se rompe al entrar en contacto con el ácido acético del vinagre.